Hay un viejo proverbio que dice que, a veces es peor el remedio que la enfermedad.
De esa forma se nos explica que, hay remedios que hasta pueden causar daño y a veces hasta matar.
Cual ha sucedido con el reciente escándalo, en donde unos esteroides, preparados para quitar el dolor, en un laboratorio de Massachusetts, resultaron contaminados con virus de meningitis.
A la fecha han muerto 25 personas; hay otras 313 enfermas y en total hay más de 14,000 personas que pueden estar contaminadas.
Todo eso se debió a las condiciones de inmundicia en que se producÃa esa medicina. Lo cual llegó al extremo de que, en una parte del edificio en donde ese laboratorio trabajaba, los dueños también tenÃan un basurero.
Aquà es evidente que, la propia autoridad sanitaria, cual es la F.D.A. (Food and Drug Administration/Administración de Drogas y Alimentos ), encargada de la supervisión de la producción de medicinas, no cumplió con su deber.
Hace un tiempo, ya se habÃa comentado en las noticias que la mayorÃa de laboratorios médicos que producen las medicinas que se venden al gobierno federal, por conducto de Medicaire y Medicaid, carecen de supervisión, puesto que la F.D.A., sólo tiene capacidad para revisarlos una vez cada tres, cuatro o cinco años.
Lo cual es culpa de la burocracia, porque finalmente se puede decretar la autorregulación, como una forma de control en donde, los propios laboratorios tengan que presentar peritajes y certificaciones de las condiciones en que trabajan y producen.
Con la ventaja que, de esa manera no es necesario crear una nueva burocracia o ampliar la existente, dado que basta que se exija y se aproveche la capacidad ya instalada de supervisión que existe, tanto en el sector público como privado.
Cosa que puede resultar muy útil debido a que entonces, con mayores elementos debidamente actualizados elementos se puede revisar en las oficinas gubernamentales, mediante un trabajo de gabinete, lo que realmente pasa en los laboratorios que producen medicamentos.
Lo cual resumimos para concluir que, este mal manejo de medicinas no sólo produjo muertes y enfermedades evitables sino además, produjo responsabilidades, que pueden ser reclamadas por los afectados por conducto de abogados especializados en accidentes y en negligencias tan inmorales como la que ahora se cuenta.