Hay un incremento de accidentes de tránsito, por el uso del teléfono celular, debido a conductores y peatones, que hablan o textean, al conducir o al cruzar la calle.
En U.S.A., 39 Estados tienen prohibido usar el teléfono celular sin el equipo de manos libres y 38 Estados tienen prohibido textear mientras se maneja.
Sin embargo, aun con el equipo de manos libres, el hecho de manejar e ir hablando por teléfono o de ir texteando, además de distraer produce una realidad virtual porque impide que el conductor sepa cabalmente lo que pasa a su alrededor, al no pararse para contestar fuera de la calle o del camino, ni posponer sus llamadas y textos.
Esa realidad virtual, que nosotros le llamamos distracción, provoca que quien maneja tenga un choque o atropelle a alguien. Muchas veces con resultados fatales.
Por eso debemos saber que el mal uso del teléfono celular lo convierte en una verdadera arma mortal, ya que si bien es útil para comunicarnos instantáneamente con quien sea y adonde sea, al distraernos nos hace matar o hace que nos maten con tanto o más peligro que cuando alguien maneja borracho o drogado.
A la fecha ya hay un sinnúmero de casos de conductores condenados por homicidio, dentro de los que se incluyen adolescentes que iban texteando y adultos que iban hablando por su teléfono celular.
Siendo de tal magnitud ese problema, que el National Security Council reporta más de 100,000 accidentes al año, causados por ir texteando, según publica AT@T. Lo cual se incluye dentro de la estadística general de accidentes de tránsito, en donde puede verse que, para el año del 2005, se produjeron en U.S.A., 45,800 muertes y 2.4 millones de lesionados. En la advertencia de que muchas de las personas accidentadas, quedan quemadas, mutiladas o incapacitadas para siempre.
Textear y manejar o hablar y recibir mensajes por el celular, mientras se maneja, es tan peligroso que deben mantenerse amplias campañas publicitarias, sobre las graves consecuencias de ese mal uso, además de informar a peatones y ciclistas de semejante peligro; y desde luego, debe ser siempre materia de condena civil y penal.
Finalmente, las víctimas de un choque o atropellamiento porque alguien hablaba o texteaba, deben saber que este hecho puede probarse, porque las compañías telefónicas deben proporcionar esa información a las autoridades judiciales. Lo cual es bueno, porque al probarse esto con ayuda de abogados especializados, se acredita una responsabilidad por negligencia culpable. Cosa que ayuda en la vía civil para cobrar una mayor indemnización, como sirve en la vía penal para que se condene al causante, igual que en los accidentes de conductores alcoholizados.